La Liga Iberoamericana, en defensa de los principios democráticos, los derechos humanos y la libertad de asociación, manifiesta su profunda preocupación y rechazo ante la implementación de la Ley de Agentes Extranjeros en El Salvador, particularmente por las facultades otorgadas al Registro de Agentes Extranjeros para suspender o cancelar arbitrariamente la personería jurídica de organizaciones, según su criterio discrecional.

Esta ley, bajo el pretexto de regular y fiscalizar a los agentes extranjeros, establece mecanismos de control que pueden ser utilizados para reprimir y criminalizar a organizaciones de la sociedad civil, especialmente aquellas dedicadas a la defensa de los derechos humanos, la transparencia y la justicia social. La ley otorga poderes excesivos al Estado, permitiendo:

  1. Intervención arbitraria: La supervisión y fiscalización sin límites claros puede derivar en persecusión política contra ONG críticas al gobierno.
  2. Cancelación discrecional de personerías jurídicas: Una herramienta peligrosa para silenciar voces disidentes bajo argumentos vagos o sin debido proceso.
  3. Facultades sancionadoras sin garantías: Riesgo de multas o sanciones administrativas como forma de intimidación.

Estas medidas reflejan un patrón regional de autoritarismo creciente, donde gobiernos utilizan marcos legales para eliminar la disidencia y debilitar a la sociedad civil. En El Salvador, esto se suma al contexto de estado de excepción prolongado y erosión del Estado de derecho, denunciado por organismos internacionales.

La Liga Iberoamericana exige:

  • La derogación inmediata de los artículos que vulneran estándares internacionales de libertad de asociación (Convención Americana de DDHH, Pacto de San José).
  • Que se garantice el derecho a la financiación internacional de las ONG, sin restricciones discriminatorias.
  • Que la comunidad internacional (OEA, ONU, UE) monitoree y condicione su cooperación al respeto de los derechos fundamentales.

No callaremos ante leyes que buscan convertir a las ONG en enemigas del Estado. La solidaridad iberoamericana estará del lado de quienes defienden la democracia.

¡No a la criminalización de la sociedad civil!
¡Sí a la libertad de asociación y a los derechos humanos!